miércoles, 17 de junio de 2009

La amenaza perruna



Aparte de vacas errantes, las calles de la India están plagadas de perros vagabundos, deambulando de aqui para allá, echados al sol, olisqueando las pilas de basura acumulada en busca de algo comestible, ladrando a diestro y siniestro a las primeras de cambio y, en ocasiones, incluso atacando a los viandantes. Aquí en Bangalore, los mordiscos (de perro a humano) ocurren muy a menudo, de hecho es la ciudad india con más casos registrados por número de habitantes (unos 25.000 al año).

Por lo que a mi respecta, hasta el momento no le han dado por clavarme las fauces, aunque desde que estoy aquí vengo sufriendo sus ladridos y aullidos cada mañana a eso de las 5. Por lo visto, es a esa hora cuando a una señora mayor le da por sacar su perrillo a pasear, provocando tal revuelo entre los canes del vecindario, que hace que me desvele enseguida. Una putada, hablando en plata.



Volviendo a los ataques, el ayuntamiento de Bangalore, alarmado por el incremento de los mismos, va a llevar a cabo un plan de esterilización canina a gran escala. Aparte, va a publicar una serie de panfletos informativos, dirigidos a los ciudadanos, para prevenir que sean mordidos por los perros. Según aparece publicado en el Bangalore Mirror (un periódico local), en dichos panfletos aparecerán sabios consejos como los siguientes:
- En el caso de que un perro se acerque y empiece a gruñir, hay que hacerse el árbol, permaneciendo de pie con los brazos en jarra, y dejar que el animal te huela (yo esto, personalmente, no lo recomendaría. Ya se sabe para que suelen utilizar los perros los árboles…).
- Cuando un perro ataque, se recomienda tirarse al suelo, al tiempo que nos enroscamos en forma de bola, cual armadillo, y nos protegemos la cara con los brazos.
- No correr ni hacer aspavientos cerca de los perros.
- No mirar al perro directamente a los ojos (esto me recuerda a cierta canción de Golpes Bajos).
- Si un perro se acerca de manera sospechosa, lo mejor es mirar al suelo y retroceder lentamente.
De todos ellos, es este último el que suelo poner en práctica: seguir caminando (hacia adelante) como si tal cosa, tranquilamente y sin alterarse. Ya se sabe: ellos pueden oler el miedo.



Que te muerda un perro no es una experiencia nada agradable, sobre todo por la alta probabilidad que existe de contraer la rabia. Por ello, en estos casos se aconseja lavar inmediatamente la mordedura con jabón y agua, dejándola correr sobre la herida durante unos minutos. Seguidamente, conviene visitar el centro de salud más cercano para que allí nos administren el tratamiento adecuado para estos casos.

Pero, como dice el dicho, más vale prevenir que curar, así que lo mejor es evitar frecuentar aquellas zonas donde se concentran estos animales, como descampados, vertederos, paradas de “autorickshaws” (a cuyos conductores también habría que esterilizar más de uno..) y, en general, todos aquellos lugares insalubres donde a la gente le da por acumular basura, o lo que es lo mismo y por desgracia, en casi todas partes aquí en la India.

1 comentario:

polvora dijo...

aprendete bien todo eso que cuando te enseñe a mi perra te atacara seguro...(sabes que tengo una perrita no??)...
es una pena que hayan tantos por ayi callejeros pero bueno lo peor es que tendran de todo esos animales asi que cuidadin que como te pille uno se va a poner las botas como tu con la ternera